Primero voy a intentar explicar por qué es necesario hacer de vez en cuando un plan DÉTOX.
Vivimos expuestos a una enorme cantidad de sustancias químicas y metales pesados provenientes del agua, de la radiación, de la cosmética, de los medicamentos, del aire que respiramos y por supuesto gran parte de ellos de nuestra alimentación.
Los productos químicos tóxicos afectan a nuestras células, tejidos y órganos. Su acumulación es algo silencioso y paulatino que va ocurriendo a lo largo de los años.
Las consecuencias a corto plazo son algunas como el cansancio, falta de memoria, envejecimiento prematuro, arrugas, acné, alergias, falta de energía, diabetes, problemas hormonales y problemas para quedarse embarazada. A largo plazo pueden derivarse en enfermedades más graves como algunas degenerativas y cáncer.
Muchas de las enfermedades son una toxemia: acumulación de tóxicos por encima del punto de tolerancia del cuerpo.
¿Y dónde se esconden estas sustancias tóxicas en nuestra alimentación? Pues principalmente en:
- Alimentos refinados: Sal fina de mesa, Azúcar, Harinas y Cereales blancos.
- Alimentos procesados y ricos en aditivos.
- Proteínas demasiado concentradas: Embutido, Carnes rojas, Quesos, Huevos.
- Leche y Lácteos, en especial los que provienen de la ganadería industrial.
- Grasas en exceso, especialmente grasas hidrogenadas, refinadas y sometidas a altas temperaturas, como los fritos.
- Tabaco.
- Alcohol, Drogas y Medicamentos.
- Comer demasiada cantidad o sin hambre real, ya que el organismo no logra procesar los alimentos por completo y pasan a constituir una fuente de toxinas.
¿Y si limpias tu cuerpo por fuera, por qué no lo haces por dentro?
Nos encargamos de limpiar nuestra casa, nuestros coches, nuestras ropas, pero prestamos muy poca atención a lo más importante para nosotros: nuestro cuerpo. Tenemos que ayudar a nuestros órganos de depuración (hígado, piel, pulmón, riñón e intestino) a que estén limpios para que puedan filtrar correctamente las toxinas.
Cuando las toxinas sobrepasan la capacidad de filtrarse, el hígado las almacena en grasa para poder ocuparse de ellas más tarde. El cuerpo las retiene para protegerse a si mismo, por esto a veces nos cuesta perder peso. Cuando el hígado esté preparado para soltarlas estas serán desechadas por los órganos de depuración.
Si nuestros órganos de depuración fallan, estas toxinas quedarán dentro de nuestro cuerpo, estaremos “intoxicados”.
Los riñones no podrán filtrar bien la sangre, el colón se obstruirá, absorberemos cada vez menos nutrientes
No podremos evitar que potenciales microorganismos patógenos pasen a nuestra sangre, tendremos más alergias e intolerancias, incluso problemas digestivos.
Si los pulmones están “atascados”, no podremos oxigenar nuestra sangre y expulsar a través de la expiración el CO2.
La piel se congestionará volviéndose apagada, con acné, arrugas y envejecimiento prematuro.
Llevar una alimentación basada en alimentos naturales, vivos y sin procesar durante unos días, ayuda al sistema digestivo a descansar y así poder hacer todo el trabajo atrasado para eliminar viejos residuos que se han ido acumulando a lo largo del tiempo.
A este periodo de limpieza se le llama Détox (detoxificación).
Una dieta de depuración o Détox, es una acción purificadora del organismo para que este pueda desechar todos los residuos tóxicos y desinflamarse.
¿Y cómo te sientes cuando terminas un programa Détox?
Pues es algo que vale la pena experimentar.
Experimentas una explosión de vitalidad, de buen humor y de energía desbordante.
La piel cobra literalmente luz y te quitarás esos kilitos de más que siempre te incomodan.
Te sientes ligera, deshinchada, con mucha claridad mental y decisión.
Y una enorme fuerza y optimismo para abordar las cosas que te preocupan.

¡¡ Y puede ser el inicio de un cambio de estilo de alimentación que te haga sentir vital y llena de emociones y pensamientos positivos !!
Después de hacer un programa detox, te sientes tan bien que ya no quieres volver a sentirte mal. Te das cuenta de cómo la alimentación viva y natural no sólo te llena de energía, sino que incide directamente en tus emociones positivas.
Lo más probable es que hagas cambios en tu alimentación y empieces a incluir en tu día a día alimentos que te nutren de verdad, vegetales, naturales y enteros.
Es decir, alimentos vivos y no desnaturalizados con calorías vacías.
Tu cuerpo está preparado para este tipo de alimentación (todo lo que no sea natural, el cuerpo no lo puede asimilar y es la cuna de malestares y posibles enfermedades).
¿Realmente te lo quieres perder?😉